lunes, 14 de febrero de 2011

LÍRICA FEMENINA EN LA POÉTICA FERREÑAFANA

María Isabel De los Santos Exebio*
Asociación de Poetas de Ferreñafe
De estar confinada a ser la musa inspiradora de alguna reconocida pluma masculina, la mujer pasó a convertirse en creadora poética; así, por ejemplo, en Latinoamérica las voces femeninas de Alfonsina Storni, Gabriela Mistral, Juana de Ibarborou, entre otras, han dado muestra de fecundidad literaria. Y si del contexto peruano se trata, cómo no haber leído a Blanca Varela, expresión del verso surrealista henchido de sentimiento doloroso, o a Carmen  Ollé y su pasión por la búsqueda de la ´gran metáfora´, o la precisión de la palabra de Giovanna Pollarolo.
Ferreñafe, tierra de decimistas y poetas populares, tierra de jarana y de sol abrasador tiene en sus mujeres prolífico y variado potencial poético. La poesía ferreñafana se ha visto enriquecida con el talento de representantes de la feminidad; en la rica experiencia que da el existir, con temática sacra o mundana, la pluma femenina ha llegado a  tener presencia en nuestra lírica local y departamental. El presente artículo presenta algunas creaciones de autoras del pueblo de la doble fe, cabe recalcar que la recopilación de estas muestras literarias ha sido posible gracias a la colaboración de nuestro colega y dilecto amigo William Smith Piscoya Chicoma, que con agudeza y certera crítica literaria comenta muchos de los versos que a continuación citaré.
En nuestros años de formación escolar – a Dios gracias sin internet – visitar la Biblioteca Pública de Ferreñafe significaba aprender de los buenos y antiguos libros, salir siempre de dudas y encontrar rápidamente los temas de las tareas asignadas; facilitaba nuestro trabajo colegial doña MERCEDES MESONES MESONES, quien no solo conocía a la perfección la ubicación de cada libro, sino también su contenido al milímetro, lectora asidua, siempre dispuesta a brindarnos su apoyo y a compartir su productivo saber. Poetisa y pintora, se desempeñó con eficiencia como bibliotecaria por muchos años. Nieta del insigne explorador Manuel Mesones Muro e hija del pintor y escultor don Jaime Mesones Piedra. Aficionada al dibujo, la pintura y a la poesía. Su producción lírica ha sido recogida en “Sol, flores y leyendas”, en la Revista “Ferreñafe” y en el Periódico “El Comunero”. Leamos el poema “Decepción”, de su autoría.
“Alma como la noche,
pena  de letargo,
ciega lleva un coche                                                            
en el camino largo.
Pesimismo ronco,
carga de nostalgia,
dolor que contagia,
pesar de lo trunco.
La vida es hastío,
la muerte se mofa,
y Dios en la duda
cabalga en la nada.
El motor del tiempo
detiene sus horas,
la angustia se alarga
cual siempre maldita.
La tristeza eclipsa
la luna del alma,
y son las tinieblas
muralla infinita”.
Estos versos trasuntan la pena y la oscuridad que surge cuando un sentimiento compartido ha sido vulnerado en su esencia, solo quien ha sufrido alguna decepción en la vida, quien ha visto defraudada la confianza, puede encontrar en esta composición la precisión de este sentir que llena de impotencia – como lo manifiesta la poetisa – ante  aquello que no se concretizó. Los versos breves presentados en cuartetas con rima consonante, evidencian quizá una voz que se quiebra, cual sollozo que hay que ahogar muchas veces para poder continuar aun con el alma llena de tristeza, tal y como la autora lo evidencia.
PAULINA MESONES ARBULÚ. Menos conocida que la anterior. En el poema “Te conocí mi Dios”, con presencia real de lo divino, muestra la orientación positiva que debe tener el sentimiento religioso; en estos versos sencillos alude a la naturaleza como expresión de la presencia de Dios. Nos recrea una poesía con cierta influencia de los místicos del Siglo de Oro de la Literatura española como Fray Luis de León en su famoso poema “Noche serena”. En lo estilístico llama la atención el paralelismo compuesto en las tres primeras estrofas, pasando de una doble negación a una evidente afirmación. (“Yo no te hallé…ni…; yo te encontré…). Y como bien lo ha remarcado William Smith “El texto mantiene, en sus tres primeras estrofas, un paralelismo confrontacional entre el bien y el mal - dicho sea de paso, de arraigada tradición en la poesía consagrada de todas las lenguas literarias de todos los tiempos-, y en este caso, muy palmariamente, se percibe a través de la disposición de los versos: los dos primeros de cada estrofa propuestos a desplegar las idea e imágenes de la fatalidad humana, y los dos restantes las de la indulgencia divina”. Veámoslo:
“Yo no te hallé Señor en la agonía
ni en dolor que araña las entrañas;
yo te encontré mi Dios en la alegría,
en la sed de vivir cada mañana.
Yo no te hallé Señor en ese llanto
ni en el fragor de una guerra impía;
yo te encontré mi Dios en esos campos
que de niña yo amaba… y recorría.
No te encontré Señor en la pobreza
ni en las calles con manos que mendigan;
yo te encontré mi Dios a campo traviesa,
observando la belleza que el paisaje prodiga.
…Mi Dios, sí que te supe hallar, sí que te he encontrado
no fueron sentimientos de locura,
sí te encontré, Señor, en el pasado
y te perdí, no sé cuándo, entre amarguras.”.
LEONOR SUÁREZ MUNDACA. De copiosa producción lírica. Su poesía se caracteriza por la manifestación de espiritualidad, tiene predilección por los cuartetos, de verso simple, y es en esta sencillez donde radica la belleza literaria.  Ha publicado: Rimas y poemas ferreñafanos I (1995) y II (1996). Sus versos recrean lugares de antaño de nuestra tierra, que en algún momento caracterizaron a Ferreñafe, como la pintoresca alameda de nuestras tardes infantiles que con su rico verdor engalanaron alguna vez la Feria del Señor de la Justicia, o como el puente y la acequia que dan precisamente un aspecto animado a este lugar.
ALAMEDA
“Murmullan silenciosos los ficus seniles
cual bellos abriles de vida sin par,
vetusta alameda de conflictos abriles
tus años sutiles soliste pasar.
Luna en plenilunio que alegre alumbras
las aguas pasivas de la acequia grande,
cual inmenso enjambre que borra penumbras
dando paso a los bellos andes.
Los ojos del puente son inspiración
que emana recuerdos del pueblo de antaño,
del propio y extraño que tiene razón
de haber escalado los altos peldaños …
El vaivén de los peatones
demuestra la ardua labor
que embriaga en los corazones
unión y cariño de mi pueblo agricultor”.
La poética eminentemente descriptiva de LEONOR lleva en forma singularmente corpórea impregnado a Ferreñafe, a través de ingeniosos símiles hermosea de manera real y sencilla muchos de los lugares del pueblo, y de esta forma manifiesta la entrañable querencia por nuestro lar natal.
Pasando a otra autora, podríamos decir de ella que ha sido en las últimas dos décadas una tenaz promotora de la cultura de nuestro pueblo. MATILDE MESONES MONTAÑO. Dedicada y destacada mujer de leyes, abogada, folklorista y poeta. Fundó y dirigió el grupo de danza Yurac Urpi y la revista del mismo nombre. Actualmente dirige la asociación de poetas de Ferreñafe. Su rica y fecunda pluma literaria ha hecho posible la publicación de “El libro de las musas”. Su poesía aparece en una Antología poética juvenil “Muestra de la poesía joven ferreñafana” (1991) y en “Ardiente exilio” (1996), ha sido antologada en “Trinos y aleteos de Chilalos” (Maribelina 1996 – Lima). Y su última entrega lírica “Al pie de la gallarda rosa" (2007), antología poética familiar, es el canto de los Mesones - a través de varias generaciones - al pueblo de Santa Lucía.
            En nuestra opinión, es en el verso romántico en el que la voz de MATILDE adquiere belleza plena. Apasionada en el quehacer amoroso y literario, en su poema “Pequeña partita de amor en paradoja” evidencia lo inconstante y versátil que la vida se puede tornar precisamente por la vivencia apasionada de este sentimiento.
“¿Qué es el amor? Dulce tormento;
brinda segundos de plenitud azucena;
vives en nubes, flotas instantes
entre luceros áureos,
para extinguirte luego en congojas que cercenan.
Brillas con luz que de él emana,
cantas con voz que de su pecho brota;
pero luego llega la tiniebla ufana,
llega el silencio que a tu cuerpo azota.
¿Qué es el amor? vano tesoro.
Luce cual refulgente oro
y no es más que febril locura
que no tiene paz, calma, ni cura.
me da con su aliento nueva vida y canto.
El edén es mi hogar cuando él está;
¿De qué vale si fugaz escapa
dejando en zozobra mi velero en llanto?”
La interrogativa reiterada, presente en estos versos, muestra el acto reflexivo en relación al sentimiento más `convulsionado` y cuántas veces inexplicable y cambiante, cual complejidad  humana. Refiriéndose al amor, expresa con certera pluma lírica contrastes y sinestesias como: “dulce tormento”, menciona que el amor le brinda “plenitud azucena”, pero también “congojas que cercenan”, así también de él señala “Brillas con luz…” / “pero luego traes tiniebla ufana”.
Otra destacada profesional del derecho y no menos reconocida lirida ferreñafana es CARMEN JULIA PALMER OLIDEN. Abogada y docente universitaria. Cultiva la poesía desde sus primeros años, obtuvo el segundo puesto en el IV concurso Literario Infantil y Juvenil “Lundero” organizado por el diario “La Industria” de Chiclayo. Ha publicado en Papeles de quinta estación (1994) una selección de poemas.
I
ALGARROBO MILENARIO
Cruzando el bao de Las Pavas
han venido dos gentilas
con sus perros sin plumas
y sus ornamentos de cobre.
Han venido a mirar tus ojos,
a darte miel de vichayo.
En la mímesis del cortarrama
los ruiseñores siguen cantando,
aunque los faiques estén celosos
de tu romance con la luna.
Voy a llorar tu desdén a mi huaca
lejos del canto marcial de las chicharras.
Hasta el chaparral me llevan los alisios
desde donde las gentilas
te miran enamoradas mientras se peinan.
Sus lágrimas de arcilla fosforescen
en el Mirador de las Salinas
donde confluyen los mil perfiles de shi - an
y en el rumor de tus hojas secas
se guarecen los enjambres.
Por la tranca Benites cruzan las gentilas
con la nariz de yukún y un halo a cuculí,
para volver a ser la ofrenda sin memoria de aquellos días;
sus largas trenzas van tristes mientras tus raíces dialogan con el río.
Nada has dicho, salvo que nuestra humanidad es una niña todavía”.
De “Tres poemas Sicanes”. (2006)
Este poema de corte paisajista y regional muestra no solo un entrañable afecto, sino también un particular conocimiento por nuestra tierra, afirman esto la alusión a la tranca Bereche, la huaca, el mirador de las salinas, todos ellos citados en los versos. Se suma a ello los elementos presentes de la naturaleza como la luna, la noche, las pavas, el cortarrama y las chicharras con el trasfondo reiterativo: La mujer. CARMEN JULIA vuelve a sorprender con esta inspiración ferreñafana con lo que recrea nuestro rico y singular terruño. Poemas Sicanes constituyen, pues, un punto y aparte en la poesía ferreñafana.
En este breve recorrido por creaciones líricas femeninas, encontramos que en todos estos versos está presente Ferreñafe y sus paisajes, el sentimiento amoroso, lo divino, en una palabra el ser. Termino compartiendo estas líneas del poema que precisamente se titulan SER, que ultimaron algún sentimiento de antaño. 
“Es el agua salobre que baña los días,
que mitiga del ayer los ensueños creados.
Es el péndulo que abraza la esperanza fallida,
o el delirio enardecido de instantes asiduos
que lleva hasta ti, de nostalgias un sinfín.
Es tu imagen que juega a guardar los eneros.
Es tu ritmo que marca mi estación favorita
o  mi verbo que cae en tu mirar inexacto.
Es mi vida en presente, que acaba en la tuya
que  sigue  latiendo  en  las  alas  del  tiempo”.

De “Cielo Terrestre” (2004). MAIDÉ*

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